- 20/03/2025
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¿El IMC es confiable para diagnosticar obesidad?
La ciencia tiene una nueva respuesta
Este estudio, llevado a cabo por una comisión de 58 expertos a nivel mundial, establece que la obesidad debe entenderse como una condición clínica caracterizada por un exceso de grasa acumulada, que puede o no afectar la función de los órganos. Con base en esta definición, se ha determinado que el IMC no es una herramienta precisa para diagnosticar obesidad, ya que no mide la cantidad real de grasa en el cuerpo.
Por muchos años, el Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido la herramienta principal para diagnosticar obesidad en pacientes. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en enero de 2025 por la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology plantea una redefinición de este concepto y pone en duda la fiabilidad del IMC como método diagnóstico definitivo.

¿Por qué el IMC no es suficiente?
El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la estatura en metros al cuadrado. Aunque ha sido utilizado ampliamente por su facilidad de cálculo, este método no diferencia entre masa muscular y grasa corporal. Por ejemplo:
• Un atleta de alto rendimiento o una persona que asiste frecuentemente al gimnasio podría tener un IMC elevado sin presentar exceso de grasa.
• Por el contrario, una persona con un IMC dentro del rango normal podría tener altos niveles de grasa visceral, lo que supone un riesgo para su salud..
Ante estos escenarios, los expertos recomiendan que el IMC solo sea utilizado como un método de descarte inicial, pero no como un criterio definitivo para diagnosticar obesidad.

Nuevas formas de diagnosticar la obesidad
Los especialistas sugieren el uso de métodos antropométricos, como la medición de la circunferencia de cintura, para determinar el exceso de grasa en el cuerpo. Además, han propuesto una nueva categorización de la obesidad en dos tipos:
Obesidad preclínica: En esta etapa, el exceso de grasa no interfiere directamente con la función de los órganos, pero representa un factor de riesgo para enfermedades como la diabetes tipo 2 y afecciones cardiovasculares. Para estos pacientes, se recomienda un enfoque preventivo basado en una alimentación equilibrada y la práctica diaria de actividad física durante al menos 60 minutos.
Obesidad clínica: Se trata de una enfermedad crónica y sistémica en la que el exceso de grasa afecta la función de los órganos y puede limitar actividades básicas como caminar, vestirse o alimentarse. En estos casos, es necesario un tratamiento integral para reducir la grasa corporal y mejorar la función de los tejidos, con el objetivo de incrementar la calidad de vida del paciente..

Consejos para evitar la obesidad y cuidar de tu salud
1. Incorpora diariamente frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos. Estos alimentos son ricos en nutrientes y fibra, lo que ayuda a mantener la saciedad y el equilibrio energético.
2. Limita el consumo de alimentos ultra procesados, ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio, ya que su ingesta excesiva está asociada con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades relacionadas.
3. Evita saltarte el desayuno, ya que una comida matutina equilibrada puede estabilizar los niveles de energía y controlar el apetito durante el día.
4. Bebe agua regularmente a lo largo del día.
5. Acude con un profesional en nutrición, para poder llevar hábitos saludables y una dieta balanceada